El pienso seco para perros es la opción más cómoda de alimento completo.
Esta modalidad de alimento para perros hizo aparición en la segunda mitad del siglo XIX y su uso se ha extendido ampliamente.
Para la producción de pienso seco, los ingredientes son triturados y procesados con calor. Para la formación de las croquetas se sigue un proceso de extrusión.
Historia del pienso seco
La historia del pienso seco es relativamente reciente. Alrededor de 1860, James Spratt comercializó la primera galleta para perros en Londres y diez años después se extendió a los Estados Unidos de América[1]. Con anterioridad, las mascotas eran alimentadas con los restos de comida de sus propietarios.
En 1908, en Nueva York, se inicia la producción de Milk-bone, la primera galleta con forma de hueso para la alimentación completa de perros. Entre sus ingredientes se encontraba: carnes, cereales, leche, aceite de hígado y vitaminas.
En los años 1930, la Gaines Food Company introdujo el primer pienso seco de carne para perros, comercializada como «nutrición 100% equilibrada y completa».
El ejército de los EE.UU. experimentó que la comida para perros que se comercializaba a principios de los años 1940 no era suficiente para mantener los perros en buenas condiciones de trabajo. En 1942 comenzaron a suplementar la dieta comercial con carne.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se incia la introducción de productos derivados de la carne en la comida para perros como alternativa más económica y práctica.
En 1956 se introduce la técnica de la extrusión en la producción de pienso seco.
Entre los años 60 y 70 del siglo XX se van introduciendo sabores diferentes junto con la mejora del proceso de extrusión.
En los 80, Hill’s comercializa la primera dieta para necesidades especiales de los perros. Más concretamente, para los problemas de hígado y riñón.
A partir de los 90, se producen piensos específicos según el grado de actividad o raza de los perros.
La tendencia actual en la producción de comida para perros está centrada en la introducción de dietas más naturales y más próximas a la comida casera.
Proceso de producción
La producción del pienso seco sigue unas etapas comunes. En ellas, cada productor puede introducir procesos propios que pueden aportar alguna diferencia en el producto final.
Las etapas básicas de la producción serían: molienda, mezcla de ingredientes, prensado, secado, recubrimiento y envasado.
Molienda
El objetivo de este proceso es conseguir que todas las croquetas de pienso seco contengan la misma proporción de ingredientes.
Para alcanzar el objetivo, se muelen todos los ingredientes deshidratados hasta que se obtengan partículas del mismo tamaño. Además, la molienda de todos los ingredientes facilita, por un lado, que el cocinado se pueda realizar más rápido y, por otro lado, que la digestión de los ingredientes sea más eficaz.
Mezclado de ingredientes
El producto de la molienda de cada ingrediente se junta con el resto de materias primas, según las proporciones de los ingredientes para cada receta de pienso. En máquinas especialmente diseñadas se mezcla el conjunto hasta conseguir que la mezcla final sea homogénea.
Prensado
El prensado es el proceso destinado a aglutinar los ingredientes en croquetas o «pellets»
Para el prensado contamos con dos alternativas: extrusión o prensado en frío.
Extrusión
La mezcla sufre un proceso de hidratación hasta conseguir una pasta de textura y humedad adecuadas. Tras esto, se inicia la extrusión de la mezcla obtenida mediante presión y calor.
La presión se aplica para facilitar el paso de la mezcla por la extrusora.
La mezcla húmeda, mientras fluye por la extrusora, se cocina con calor. El principal objetivo de este cocinado es que los cereales y/o sus derivados se dextrinicen (predigestión del almidón). De este modo se consiguen tres objetivos: la predigestión del almidón, una mayor digestibilidad y facilitar la formación de la croqueta.
A la salida de la extrusora hay una cortadora que obtiene porciones del tamaño deseado. Con este cortado se obtienen croquetas húmedas.
Prensado en frío
En este proceso se requiere una mayor humedad de la mezcla y todo el proceso se realiza a baja temperatura (75 ºC). A esta temperatura el almidón alcanza la gelatinización con la que se obtiene una croqueta más blanda.
El producto pasa por una matriz donde se comprime y se le da forma deseada.
Los «pellets» obtenidos son más compactos y densos que no necesitan de grandes cantidades de cereales para obtener una forma estable.
Terminado este proceso, se pasa directamente al envasado.
Secado y enfriado
Las croquetas obtenidas por extrusión, al estar húmedas, son blandas y esponjosas. Mediante un secado controlado, a 110 ºC, se obtiene las croquetas duras y crujientes. Al mismo tiempo que pasan por el proceso de secado, las croquetas deben ir enfriándose. Si las croquetas no se enfriasen adecuadamente se podrían enmohecer.
Recubrimiento
En este proceso se añaden en la superficie de las croquetas, obtenidas por extrusión, los ingredientes para realzar el sabor y la palatabilidad.
Envasado
Las croquetas ya terminadas se introducen en bolsas que eviten la entrada de humedad y de luz para una mejor conservación del producto final.
Qué beneficios aporta el pienso seco
Partiendo de un pienso seco de calidad, las ventajas que nos ofrece son:
- El pienso seco, por lo general, es la opción más económica.
- A temperatura ambiente el pienso seco se conserva mejor que otros tipos de alimento.
- La dosificación del pienso seco es más cómoda.
- El uso del pienso seco genera menos suciedad.
- Suministrar pienso seco favorece la eliminación del sarro de la dentadura de nuestro perro.
- Con el pienso seco, la alimentación de nuestro perro es más cómoda.
Qué inconvenientes presenta el pienso seco
En comparación con otros tipos de comida:
- El pienso seco es menos sabroso que la comida húmeda o la dieta casera.
- La variedad en la dieta está limitada si usamos pienso seco.
- El uso de pienso seco no le permite al perro practicar habilidades como el desgarro de alimentos u otras relacionadas con la conducta natural de comer.
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[1] Grier, Katherine C. (2006). Pets in America. UNC Press
